NIÑOS DE QUILLÓN CONOCIERON EL ESPACIO GRACIAS A DOMO PLANETARIO MÓVIL

El Observatorio Astronómico Elke de Penco llegó a la comuna para despertar la curiosidad por el espacio de niños y adultos. Más de 500 personas llegaron hasta el domo para realizar un viaje al espacio, guiado por el astrónomo Paris Bustos.

Se cree que la humanidad sólo conoce un 5 por ciento del universo y éste sigue en expansión.
Son billones y billones de estrellas las que decoran la inmensidad del espacio, atrayendo la curiosidad de quienes las observan, desde tiempos remotos. Y son los más pequeños los que sueñan con, algún día, recorrer galaxias, explorando su morfología y queriendo responder a la eterna interrogante de si hay vida en otros planetas.
Por lo anterior, más de 500 personas -en su mayoría niños- de Quillón visitaron el domo planetario inflable del Observatorio Elke, que llegó a la comuna para deleitar al público, durante la última semana de vacaciones de invierno.
“Durante las vacaciones no hemos podido hacer grandes actividades, precisamente, para evitar las aglomeraciones que nos puedan traer un alza de contagios de enfermedades respiratorias. Sin embargo, quisimos traer este domo planetario para la entretención de nuestros niños y también aportar a su aprendizaje. La educación siempre ha sido una de las principales preocupaciones de nuestra administración y con actividades como ésta, aprovechamos para incentivar la curiosidad educativa de nuestros niños y niñas”, indicó el alcalde Miguel Peña.
Toda una experiencia resultó ser el planetario móvil del observatorio de Penco, con sus 5,5 metros de diámetro y en cuyo techo se proyectaron imágenes del universo. Asombrados, los niños iniciaron un viaje por distintas galaxias del universo, guiados por el astrónomo Paris Bustos, quien iba explicando cada una de las imágenes proyectadas y entregando datos acerca del espacio y sus principales estrellas y constelaciones.
“Nuestro objetivo principal es que la astronomía llegue a todas las personas de las distintas comunas de nuestras regiones de Biobío y Ñuble, y en especial de Quillón, cuyos cielos despejados son ideales para la observación astronómica. Este es un programa que está haciendo el municipio, entregando información del universo y nosotros somos parte importante de este proyecto. La idea es que la gente se sienta en el espacio y los niños sientan que son polvo de estrellas”, expresó Paris Bustos, astrónomo del Observatorio Elke.
Sin duda, se trató de una experiencia que se transformará en un gran recuerdo para los niños, sobre todo aquéllos que aman la astronomía. “Me encanta el espacio y me encantó poder entrar al planetario. Me gusta leer de astronomía y conocer más del espacio”, contó Mateo Muñoz.
La entretenida y educativa actividad marcó el cierre de las vacaciones de invierno en Quillón. No obstante, desde la municipalidad ya están gestionando un nuevo arribo del domo a la comuna, esta vez a sectores rurales, cuyos niños buscarán ir al infinito y más allá.