MÁS DE 4.000 FIELES LLEGARON A QUILLÓN PARA CELEBRAR LA FIESTA DEL PAVO DE HUENUCHEO

Al horno, al jugo y cazuela de pava, fueron las presentaciones que tuvo este año la exótica ave, en la tradicional celebración quillonina. Más de 600 platos salieron a la venta, acompañados de buena música y otras delicias culinarias, típicas de la cocina chilena.

Se estima que en el año 1650 los conquistadores españoles introdujeron al pavo en Chile, un ave exótica que ha compartido su nombre con variados productos y dado significado a palabras de uso local, apelando a la ingenuidad del ave.

Claro que las delicias culinarias que se preparan a base de pavo han transformado a la especie en una de las más cotizadas del país, no sólo en Navidad, sino durante todo el año.

En el sector Huenucheo de Quillón, se encuentran los principales crianceros de la zona, quienes a través de la junta de vecinos del lugar y la municipalidad local organizan la Fiesta del Pavo.

“Estuvimos en Huenucheo, celebrando la Fiesta del Pavo, que ya es tradición en nuestra comuna. Tuvimos buen tiempo y una buena convocatoria de gente; nuestros vecinos y vecinas se esmeraron mucho para recibir a sus visitantes, con rica comida. Estamos muy felices por la cantidad de público que llegó a nuestra fiesta y hayan contribuido con la reactivación de la economía en nuestra comuna, sobre todo, luego de un verano complicado que tuvimos con los incendios del mes de febrero”, indicó el alcalde Miguel Peña.

Al horno, al jugo o como cazuela, la tradicional ave se presenta ante los fieles visitantes, que año a año, visitan la comuna para participar de la celebración costumbrista.

Más de 4 mil personas, de distintos lugares de la región y el país, asistieron a la última versión de la Fiesta del Pavo para disfrutar de sus platos estrella, cocinados con ingredientes oriundos de la zona.

“Hace un mes que nos estábamos preparando para la fiesta. A mí me encanta cocinar y por eso estoy acá todos los años, apoyando a mi comunidad, haciendo las cazuelas, que esperamos les hayan gustado a la gente”, comentó Orfelina Betanzo, jefa de cocina de la actividad.

Cerca de una veintena de stands fueron puestos a disposición del público, con artesanías, productos de elaboración local, juegos para los niños y otras delicias gastronómicas, típicas del país, como choripanes, completos, empanadas y costillares asados, entre otros.

“Estuvo muy bueno todo. Llegamos temprano, nos pedimos unas cazuelas, que estaban muy buenas. Me gusta estar en las fiestas costumbristas y donde haya aprovecho para ir, sobre todo aquí en Quillón, Salimos con mi hija a despejarnos de la semana de trabajo”, expresó Carlos Bravo, oriundo de Tomé y fiel de las fiestas quilloninas.

Con el tradicional corte de cinta, el alcalde Miguel Peña dio inicio a la celebración de la exótica ave, aprovechando el gran marco de público que a la hora del almuerzo ya repletaba la carpa de 800 metros cuadrados.

Tras la inauguración no se hizo esperar el pie de cueca, para festejar como “buen chileno”, mientras los asistentes hacían fila para comprar las tres variedades principales de almuerzo, pavo al horno, al jugo y cazuela de pava con chuchoca; de los que salieron a la venta más de 600 platos.

La fiesta en la sede de la junta de vecinos Huenucheo, se extendió hasta altas horas de la madrugada, amenizada por conjuntos folclóricos, bandas rancheras y un grupo de cumbia clásica. Sin duda, la celebración terminó siendo todo un éxito, algo que esperaban los organizadores, luego de que se diera por finalizada la pandemia del covid.