Desde el jueves, cuando comenzó este nuevo frente de mal tiempo, activamos de inmediato nuestro protocolo de emergencia. Por instrucción directa de nuestro alcalde, Felipe Catalán, instalamos un Puesto de Comando Unificado que nos permitió coordinar todas las acciones necesarias para responder con rapidez y eficacia a las necesidades de nuestra comunidad.
Realizamos un monitoreo constante del río Itata, el estero Coyanco y el río Quillón. En Alto Curturía, el puente del sector quedó habilitado solo para tránsito peatonal, con extrema precaución, debido a daños estructurales provocados por el sedimento del estero. En el sector Las Palmas, la pasarela peatonal fue afectada por la crecida del río Quillón, y su reparación deberá esperar a que bajen las aguas.
En el caso del puente El Olivar, detectamos un socavón importante, por lo que decidimos cortar el tránsito como medida preventiva y notificamos de inmediato a Vialidad. El viernes, personal del Ministerio de Obras Públicas realizó la inspección correspondiente para avanzar en su reparación.
También acudimos a viviendas con anegamientos, donde entregamos ayuda social y desplegamos equipos con motobombas para mitigar los efectos del agua. En caminos rurales como La Gloria, Coyanco Alto y Marquesur, trabajamos con maquinaria municipal para recuperar la conectividad lo antes posible.
Sabemos que los efectos del sistema frontal pudieron ser peores, pero gracias al trabajo preventivo que hemos realizado durante el año, logramos contener la emergencia y dar respuesta oportuna a cada situación. Hoy sentimos orgullo por el compromiso y la entrega de nuestros equipos municipales, que estuvieron en todo momento al servicio de las familias de Quillón.